sábado, 13 de noviembre de 2010

MANIFIESTO DE CÓRDOBA

La Juventud Argentina de Córdoba a los hombres libres de Sudamérica
Manifiesto de Córdoba
 - 21 de junio de 1918




Hombres de una República libre, acabamos de romper la última cadena que, en pleno siglo XX, nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica. Hemos resuelto llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. Córdoba se redime. Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que quedan son las libertades que faltan. Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana.

La rebeldía estalla ahora en Córdoba y es violenta porque aquí los tiranos se habían ensoberbecido y era necesario borrar para siempre el recuerdo de los contrarrevolucionarios de mayo. Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y -lo que peor aún- el lugar en donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara. Las universidades han llegado a ser así fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil. Por eso es que la ciencia frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o entra mutilada y grotesca al servicio burocrático. Cuando en un rapto fugaz abre sus puertas a los altos espíritus es para arrepentirse luego y hacerles imposible la vida en su recinto. Por eso es que dentro de semejante régimen, las fuerzas naturales llevan a mediocrizar la enseñanza y el ensanchamiento vital de los organismos universitarios no es el fruto del desarrollo orgánico, sino el aliento de la periodicidad revolucionaria.

Nuestro régimen universitario -aún el más reciente- es anacrónico. Está fundado sobre una especie de derecho divino: el derecho divino del profesorado universitario. Se crea a sí mismo. En él nace y en él muere. Mantiene un alejamiento olímpico. La Federación Universitaria de Córdoba se alza para luchar contra ese régimen y entiende que en ello le va la vida. Reclama un gobierno estrictamente democrático y sostiene que el demos universitario, la soberanía, el derecho a darse el gobierno propio radica principalmente en los estudiantes. El concepto de autoridad que corresponde y acompaña a un director o a un maestro en un hogar de estudiantes universitarios no puede apoyarse en la fuerza de disciplinas extrañas a la sustancia misma de los estudios. La autoridad, en un hogar de estudiantes, no se ejercita mandando, sino sugiriendo y amando: enseñando.

Si no existe una vinculación espiritual entre el que enseña y el que aprende, toda enseñanza es hostil y por consiguiente infecunda. Toda la educación es una larga obra de amor a los que aprenden. Fundar la garantía de una paz fecunda en el artículo conminatorio de un reglamento o de un estatuto es, en todo caso, amparar un régimen cuartelario, pero no una labor de ciencia. Mantener la actual relación de gobernantes a gobernados es agitar el fermento de futuros trastornos. Las almas de los jóvenes deben ser movidas por fuerzas espirituales. Los gastados resortes de la autoridad que emana de la fuerza no se avienen con lo que reclaman el sentimiento y el concepto moderno de las universidades. El chasquido del látigo sólo puede rubricar el silencio de los inconscientes o de los cobardes. La única actitud silenciosa que cabe en un instituto de ciencia es la del que escucha una verdad o la del que experimenta para crearla o comprobarla.

Por eso queremos arrancar de raíz en el organismo universitario el arcaico y bárbaro concepto de autoridad que en estas casas de estudios es un baluarte de absurda tiranía y sólo sirve para proteger criminalmente la falsa dignidad y la falsa competencia. Ahora advertimos que la reciente reforma, sinceramente liberal, aportada a la Universidad de Córdoba por el doctor José Nicolás sólo ha venido a probar que el mal era más afligente de lo que imaginábamos y que los antiguos privilegios disimulaban un estado de avanzada descomposición. La reforma Matienzo no ha inaugurado una democracia universitaria; ha sancionado el predominio de una casta de profesores. Los intereses creados en tornos de los mediocres han encontrado en ella un inesperado apoyo. Se nos acusa ahora de insurrectos en nombre de un orden que no discutimos, pero que nada tiene que hacer con nosotros. Si ello es así, si en nombre del orden se nos quiere seguir burlando y embruteciendo, proclamamos bien alto el derecho sagrado a la insurrección. Entonces la única puerta que nos queda abierta es la esperanza, es el destino heroico de la juventud. El sacrificio es nuestro mejor estímulo; la redención espiritual de las juventudes americanas nuestra única recompensa, pues sabemos que nuestras verdades son -y dolorosas- las de todo el continente ¿Que en nuestro país una ley -se dice-, la ley de Avellaneda, se opone a nuestro anhelos? Pues a reformar la ley, que nuestra salud moral lo está exigiendo.

La juventud vive siempre en trance de heroísmo. Es desinteresada, es pura. No ha tenido tiempo aún de contaminarse. No se equivoca nunca en la elección de sus propios maestros. Ante los jóvenes no se hace mérito adulante o comprado. Hay que dejar que ellos mismos elijan sus maestros y directores, seguros de que el acierto ha de coronar sus determinaciones. En adelante, sólo podrán ser maestros en la futura república universitaria los verdaderos constructores de almas, los creadores de verdad, de belleza y de bien.

La juventud universitaria de Córdoba cree que ha llegado la hora de plantear este grave problema a la consideración del país y de sus hombres representativos.

Los sucesos acaecidos recientemente en la Universidad de Córdoba, con motivo de la elección rectoral, aclaran singularmente nuestra razón en la manera de apreciar el conflicto universitario. La Federación Universitaria de Córdoba cree que debe hacer conocer al país y a América las circunstancias de orden moral y jurídico que invalida al acto electoral verificado el 15 de junio. Al confesar los ideales y principios que mueven a la juventud en esta hora única de su vida, quiere referir los aspectos locales del conflicto y levantar bien alta la llama que está quemando el viejo reducto de la opresión clerical. En la Universidad Nacional de Córdoba y en esta ciudad no se han presenciado desórdenes; se ha contemplado y se contempla el nacimiento de una verdadera revolución que ha de agrupar bien pronto bajo su bandera a todos los hombres libres del continente. Referiremos los sucesos para que se vea cuanta razón nos asistía y cuanta vergüenza nos sacó a la cara la cobardía y la perfidia de los reaccionarios. Los actos de violencia, de los cuales nos responsabilizamos íntegramente, se cumplían como en el ejercicio de puras ideas. Volteamos lo que representaba un alzamiento anacrónico y lo hicimos para poder levantar siquiera el corazón sobre esas ruinas. Aquellos representan también la medida de nuestra indignación en presencia de la miseria moral, de la simulación y del engaño artero que pretendía filtrarse con las apariencias de la legalidad. El sentido moral estaba obscurecido en las clases dirigentes por un fariseísmo tradicional y por una pavorosa indigencia de ideales.

El espectáculo que ofrecía la Asamblea universitaria era repugnante. Grupos de amorales deseosos de captarse la buena voluntad del futuro rector exploraban los contornos en el primer escrutinio, para inclinarse luego al bando que parecía asegurar el triunfo, sin recordar la adhesión públicamente empeñada, el compromiso de honor contraído por los intereses de la universidad. Otros -los más- en nombre del sentimiento religioso y bajo la advocación de la Compañía de Jesús, exhortaban a la traición y al pronunciamiento subalterno. (¡Curiosa religión que enseña a menospreciar el honor y deprimir la personalidad! ¡Religión para vencidos o para esclavos!). Se había obtenido una reforma liberal mediante el sacrificio heroico de una juventud. Se creía haber conquistado una garantía y de la garantía se apoderaban los únicos enemigos de la reforma. En la sombra los jesuitas habían preparado el triunfo de una profunda inmoralidad. Consentirla habría comportado otra traición. A la burla respondimos con la revolución. La mayoría expresaba la suma de la represión, de la ignorancia y el vicio. Entonces vimos la única lección que cumplía y espantamos para siempre la amenaza del dominio clerical.

La sanción moral es nuestra. El derecho también. Aquellos pudieron obtener la sanción jurídica, empotrarse en la ley. No se lo permitimos. Antes de que la iniquidad fuera un acto jurídico, irrevocable y completo, nos apoderamos del salón de actos y arrojamos a la canalla, sólo entonces amedrentada, a la vera de los claustros. Que esto es cierto, lo patentiza el hecho de haber, a continuación, sesionado en el propio salón de actos la Federación Universitaria y de haber firmado mil estudiantes sobre el mismo pupitre rectoral, la declaración de huelga indefinida.

En efecto, los estatutos reformados disponen que la elección de rector terminará en una sola sesión, proclamándose inmediatamente el resultado, previa lectura de cada una de las boletas y aprobación del acta respectiva. Afirmamos, sin temor a ser rectificados, que las boletas no fueron leídas, que el acta no fue aprobada, que el rector no fue proclamado, y que, por consiguiente, para la ley, aún no existe rector de esta Universidad.

La juventud universitaria de Córdoba afirma que jamás hizo cuestión de nombres ni de empleos. Se levantó contra un régimen administrativo, contra un método docente, contra un concepto de autoridad.

Las funciones públicas se ejercitaban en beneficio de determinadas camarillas. No se reformaban ni planes ni reglamentos por temor de que alguien en los cambios pudiera perder su empleo. La consigna de “hoy para ti, mañana para mí”, corría de boca en boca y asumía la preeminencia de Estatuto Universitario. Los métodos docentes estaban viciados de un estrecho dogmatismo, contribuyendo a mantener a la Universidad apartada de la Ciencia y de las disciplinas modernas. Las elecciones, encerradas en la repetición interminable de viejos textos, amparaban el espíritu de rutina y de sumisión. Los cuerpos universitarios, celosos guardianes de dogmas, trataban de mantener en clausura a la juventud, creyendo que la conspiración del silencio puede ser ejercida en contra de la ciencia. Fue entonces cuando la obscura universidad mediterránea cerró sus puertas a Ferri, a Ferrero, a Palacios y a otros, ante el temor de que fuera perturbada su plácida ignorancia. Hicimos entonces una santa revolución y el régimen cayó a nuestros golpes.

Creímos honradamente que nuestro esfuerzo había creado algo nuevo, que por lo menos la elevación de nuestros ideales merecía algún respeto. Asombrados, contemplamos entonces cómo se coaligaban para arrebatar nuestra conquista los más crudos reaccionarios.

No podemos dejar librada nuestra suerte a la tiranía de una secta religiosa, ni al juego de intereses egoístas. A ellos se nos quiere sacrificar. El que se titula rector de la Universidad de San Carlos ha dicho su palabra: “Prefiero antes de renunciar que quede el tendal de cadáveres de los estudiantes”. Palabras llenas de piedad y de amor, de respeto reverencioso a la disciplina; palabras dignas del jefe de una casa de altos estudios. No invoca ideales ni propósitos de acción cultural. Se siente custodiado por la fuerza y se alza soberbio y amenazador. ¡Armoniosa lección que acaba de dar a la juventud el primer ciudadano de una democracia universitaria! Recojamos la lección compañeros de toda América; acaso tenga el sentido de un presagio glorioso, la virtud de un llamamiento a la lucha suprema por la libertad; ella nos muestra el verdadero carácter de la autoridad universitaria, tiránica y obcecada, que ve en cada petición un agravio y en cada pensamiento una semilla de rebelión.

La juventud ya no pide. Exige que se le reconozca el derecho a exteriorizar ese pensamiento propio en los cuerpos universitarios por medio de sus representantes. Está cansada de soportar a los tiranos. Si ha sido capaz de realizar una revolución en las conciencias, no puede desconocérsele la capacidad de intervenir en el gobierno de su propia casa.

La juventud universitaria de Córdoba, por intermediario de su federación, saluda a los compañeros de América toda y les incita a colaborar en la obra de libertad que inicia.

Enrique F. BARROS, Horacio VALDÉS, Ismael C. BORDABEHERE, presidentes - Gumersindo SAYAGO- Alfredo CASTELLANOS - Luis M. MÉNDEZ - Jorge L. BAZANTE - Ceferino GARZÓN MACEDA - Julio MOLINA - Carlos SUÁREZ PINTO - Emilio R. BIAGOSCH - Ángel J. NIGRO - Natalio J. SAIBENE - Antonio MEDINA ALLENDE - Ernesto GARZÓN.

jueves, 3 de junio de 2010

SOLIDARIDAD CON EL CAMARADA ALVARO PAREDES

La Confederación Internacional R.A.S.H UNITED que agrupa cientos de secciones en todo el mundo con miles de militantes activos, expresa todo el apoyo y la solidaridad al compañero Álvaro Paredes perteneciente a la Baf Quito , Ecuador. Primero le mandamos un saludo de apoyo a él pues ya tenemos conocimiento de su entrega que se realizó el lunes 31 de Mayo, día en el que redactamos este comunicado. Así mismo expresamos toda nuestra solidaridad y apoyo al movimiento antifascista del Ecuador no sin antes recordarles que ustedes no están solos y ya estamos trabajando con todas las Organizaciones sociales y políticas amigas a nivel internacional para denunciar los numerosos casos que vienen sucediendo con los neo-nazis ecuatorianos y con las organizaciones de ultra-derecha que atacan impunemente al movimiento social.

Así mismo pedimos a la comunidad internacional que se pronuncie con este caso, ya que el compañero Álvaro actuó en defensa propia al ser agredido por cuatro neo-nazis que los perseguían a las afueras de su lugar de estudio ( Están todas las pruebas de esto) – esto como claro ejemplo de la persecución a la que se veía sometido el compañero casi a diario – hasta que sucedió lo que ya toda la opinión pública conoce.


Los Antifascistas del mundo entero no somos delincuentes, ni asesinos, actuamos en defensa propia y utilizamos la defensa personal, sólo en el último recurso que halla que hacerlo, como quedó demostrado en este polémico caso sucedido en Ecuador y en otros que han sucedido en todo el mundo.

R.a.s.h United convoca de manera urgente a todas las secciones y a todos sus militantes en el mundo para que se movilicen organizadamente hacia las embajadas ecuatorianas en cada país donde se encuentren presentes y hagan la denuncia de manera formal para poder ser escuchados de manera clara por los encargados de estas. Con esto ejerceremos de forma directa presión para que el caso tome otro rumbo del que le están dando los medios actualmente pues se hace ver como una guerra de pandillas y esto no es así de ninguna forma. Son ataques selectivos de grupos de extrema derecha financiados por grupos paramilitares en el Ecuador.

Aquí dejamos algunos vínculos de los grupillos pseudos “fascistas” en Ecuador para que sean denunciados ante estas embajadas:


Así mismo dejamos un video realizado por el grupo neo-nazi al cual pertenecía el occiso, ya que supuestamente era un angelito – miren esto.


Finalmente hacemos un llamamiento a todas las Brigadas Antifascistas del mundo a que se solidaricen con Álvaro pues es el momento de demostrarle todo nuestro apoyo en estos momentos. Recuerden que pudimos ser cualquier de nosotros pues los movimientos paramilitares de este tipo pululan en las calles de todas las ciudades.

Así mismo a las Coordinadoras Antifascistas del mundo para que se manifiesten de igual forma, a los compañeros de Acción Antifascista y en general a todos los compañeros del movimiento social que conocen estos casos desde hace ya mucho tiempo.

El compañero Álvaro Paredes es un preso político pues se defendió de las garras de los cachorros del fascismo que lo quisieron exterminar. La defensa propia no es un delito es una herramienta con las que contamos los seres humanos para defendernos.


ALVARO! AMIGO! COMPAÑERO! CAMARADA!
R.A.S.H UNITED ESTÁ CONTIGO!
(///)
LIBERTAD, IGUALDAD Y SOLIDARIDAD SIEMPRE!






RED & ANARCHIST SKINHEADS INTERNATIONAL
R.A.S.H UNITED - ORGANIZATION CREW - ADMINISTRATION
(///) SINCE 1.993 - LIBERTY, EQUALITY AND SOLADIRITY
R.A.S.H UNITED IS R.A.S.H INTERNATIONAL
WE ARE THE RASH! ALWAYS BLACK AND REDS!PALANTE!
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lunes, 24 de mayo de 2010

LOS 12 APÓSTOLES DE SANTIAGO URIBE

Un oficial retirado de la Policía Nacional colombiana acusó a Santiago Uribe Vélez, hermano del presidente colombiano, de haber creado y mantenido en los ’90 una estructura paramilitar que cometió varios crímenes en connivencia con fuerzas policiales en la provincia de Antioquia. También dijo que el presidente habría apoyado las actividades ilegales de su hermano.

La denuncia del mayor retirado Juan Carlos Meneses Quintero se hizo en Buenos Aires hace tres semanas ante un grupo de representantes de organizaciones internacionales que monitorean violaciones de derechos humanos en Colombia. Página/12 presenció el testimonio, que se mantuvo embargado hasta hoy por razones de seguridad a pedido del abogado de Meneses, Daniel Prado.

Escucharon la denuncia el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, director del Servicio Paz y Justicia; Carlos Zamorano por la Liga Argentina por los Derechos del Hombre, el juez de la Cámara de Federal de Apelaciones en lo Criminal y Correccional Eduardo Freiler, el presidente consultivo de la Asociación Americana de Juristas, Beinusz Smuckler, y el representante de la Asociación Americana de Juristas, Ernesto Moreau.

Meneses empezó su relato contando cómo conoció al hermano de presidente colombiano y cómo tomó contacto con la estructura para militar cuya creación y mantenimiento le adjudica a Santiago Uribe Vélez.

“En 1993, estando yo con el grado de teniente, me nombran comandante del Distrito Policial 7 de Antioquia con asiento en Yarumal. ¿Cómo llego yo a Yarumal? Yo siempre he sido una persona comprometida con la institución, muy de combatir a la guerrilla. En esa época Yarumal era muy peligroso, estaba asedidada por la guerrilla. A los coroneles les daba miedo. entonces los comandantes me mandan a mí. Yo recibo el mando del entonces capitán, hoy coronel retirado Benavídez. El me recibe y me dice ‘vea, Meneses, aquí hay una situación muy especial, acá hay un grupo de personas que hace limpieza, o sea limpieza social, o sea desaparecer a las personas que se identifican como guerrilleros, como ladrones, como secuestradores, extorsionadores, o sólo expendedores de vicio, o viciosos. Vea, usted lo único que tiene que hacer es cuando ese grupo vaya a hacer un trabajo usted tiene que colaborarles’.

“Le pregunto ‘cómo es esto, capitán’, y me contesta: ‘vea, el grupo tiene un jefe que se llama Santiago Uribe Vélez, que es el hermano del (entonces) senador Alvaro Uribe. El es un ganadero de la región que tiene la hacienda cerca de Yarumal, la hacienda La Carolina. El es el jefe de este grupo paramilitar.’ El capitán, pues, me cuenta la historia: ‘Yo les he colaborado, lo que hago es que cada vez que ese grupo va a cometer un asesinato lo que tiene que hacer es que la policía no reaccione, que usted los tenga guardados, ocupados, para que no vayan a capturar a los que cometen estos asesinatos, y ésta es la forma de colaborarle a Santiago’. Entonces él me relaciona con Santiago Uribe Vélez. El me presenta (y Santiago me dice): ‘mucho gusto, teniente, bienvenido a Yarumal, yo tengo este grupo que va a colaborar muchísimo con usted, además de que yo necesito que usted colabore con ellos, ellos le van a dar mucha información y liberar la zona cuando usted lo necesite’.

“En esa época la Policía Nacional siempre era calificada por la que menos delitos tenga, dejando de lado los homicidios, entonces lo que le interesaba a la policía era mantener los índices delincuenciales bien bajos. Me presento ante Santiago y me dice ‘yo a usted mensualmente le voy a dar una platica por usted colaborarme.’ El capitán Benavídez me decía ‘tranquilo, no hay problema, esto está coordinado con los altos mandos, no va a pasar nada’. Santiago me dice ‘vea, reciba esta plata o no la reciba, nosotros tenemos el apoyo de los comandantes de la policía a nivel departamental y amigos a nivel nacional, nosotros vamos a seguir actuando’, y yo dije ‘bueno pues, pa’ delante’. Ese fue el compromiso con Santiago.

”Así empezamos en enero de 1993, estuve febrero, marzo, a principios de abril me sacaron porque el escándalo fue a nivel nacional con medios de comunicación, se destapa el mal llamado grupo de los Doce Apóstoles. En el tiempo que yo estuve nunca se llamó Doce Apóstoles. Son los medio los que empezaron a usar ese nombre porque supuestamente había un sacerdote metido en ese grupo, que era el padre Palacios. A mí me sacan porque la cosa se calentó, ‘listo, mi coronel, yo sólo cumplo órdenes’, y me terminan mandando a un distrito todavía más difícil que es Segovia. Es que a mí me tenían como una persona eficaz para combatir la guerrilla. La cosa es que en esos tres meses se suscitaron unos incidentes en los que son asesinadas personas y yo le presto a Santiago la colaboración para que el grupo del cual él era el jefe pudiera cometer sus asesinatos.”

Meneses continuó con una descripción de los miembros del grupo y nombra como cofinancista del grupo junto a Santiago Uribe al hacendado Alvaro Vázquez. y dice que Santiago Uribe le designa un enlace con el grupo para las operaciones urbana y otro para la rurales. Nombra al personal policial a su cargo y dice que le ordena que colabore con el grupo.

”Este muchacho Rodrigo (uno de los enlaces) se alquiló una pieza al lado del departamento de policía que tenía conexión con la habitación donde yo dormía en el comando. El ahí tenía unos uniformes de la policía y el ejército, capuchas, botas, tanto es así que después la fiscalía hace un allanamiento de esa habitación y encuentra esos elementos.

”En la tercera reunión con Santiago me lleva a conocer la finca porque dice que le he colaborado mucho. Cuando vamos a la parte de atrás ellos tienen una plaza de toros pequeña porque ellos crían toros. Detrás de la plaza ellos tienen una pista de entrenamiento para paramilitares. Una pista con todos los obstáculos para un entrenamiento militar. La escalera, la telaraña, todos. El me dice ‘mira, aquí es donde entreno a mis muchachos’. En la finca él mantenía gente armada con escopetas, con fusiles, él incluso tenía una subametralladora. Esa vez Santiago también me muestra una lista, porque él tenía una lista de las personas que iban asesinando. En esa época Alvaro Uribe era senador y estaba aspirando a la gobernación. El me decía ‘tranquilo que cuando Alvaro sea gobernador nos va a ir mucho mejor”’.

A continuación, Meneses pasó a detallar cinco crímenes cometidos por el grupo paramilitar al amparo de su mandato policial.

“Hay un caso donde se obtiene información de que van a atracar un peaje. Yo les digo ‘vayan a hacer el operativo, no hay problema. Entonces ellos se esconden y efectivamente llegan a atracar el peaje. Fue gente de la Sigin (inteligencia policial) y fue el grupo de Santiago. Ellos dan de baja a dos delincuentes en el peaje. Eso se ve como positivo y las cosas empiezan a marchar.

”Hay otro caso en que Santiago me pide el favor: ‘hay una situación especial y es que ya tenemos ubicado a un colaborador de la guerrilla, entonces le voy a mandar a los muchachos, vamos a cometer el asesinato contra esta persona que colabora con la guerrilla. Esta es una persona conocida, es guerrillero, se llama Rodrigo Barrientos. Es conductor de un carro que utilizan como bus. Ya lo tenemos identificado que es la persona que suministra los víveres a la guerrilla. Tenemos que acabar con la guerrilla y él es cabeza visible de la guerrilla.’ (Yo contesto) ‘bueno, listo hágale, no hay problema’. Cometen el asesinato.

“Hay otro caso de una extorsión que le están haciendo a un comerciante de Yarumal, Santiago me llama y dice, ‘Meneses vamos a armar un operativo contra una persona. El empresario tenía un restaurante que se llama Las Rocas. Yo fui y le tomé declaración al empresario y armé el operativo, fue la gente del grupo y de la policía. Cuando fueron a recibir el dinero, ellos dan de baja a un extorsionador. Y otra persona se les vuela del lugar. Yo rendí un informe dando un resultado positivo. Había sido la policía, pero en coordinación con el grupo de los mal llamados Doce Apóstoles.

“¿Qué pasa? Este extorsionador que se escapa el grupo lo ubica en una finca que se llama La Sirena, entonces mi escolta me dice ‘vea teniente a esta persona ya la tenemos ubicada’. Entonces yo le contesto ‘pues bien entonces hágale’. Pues la idea era ésa: si estaba ubicado pues... entonces arman el operativo y asesinan a dos personas de apellido Quintero Olarte, padre e hijo. El hijo es el que había hecho la extorsión. Y ahí me involucran en el proceso. Porque el agente Amaya, siendo mi escolta, yo nunca lo autoricé que llevara los fusiles, él se llevó el fusil suyo y el fusil mío. Ellos van y les causan la muerte a estos dos Quintero Olarte y para colmo hieren a dos niños menores de edad. Yo al otro día voy a levantamiento con la inspectora de policía. Yo mismo recojo las vainas, las embalo y las entrego a las autoridades. Después me entero que Amaya se llevó los fusiles a cometer el asesinato. Por ese caso yo estuve detenido en dos oportunidades, una vez seis meses y otra vez tres meses, por el mismo hecho de las vainas, eso está en el expediente. Después me libro, logré mi salida con mi abogado, porque yo sabía que era un proceso político para que involucre a Santiago, pero yo decía que Santiago no tenía nada que ver. El me decía ‘tranquilo que ese proceso va a salir adelante, que el hermano ya está encima del proceso y que el proceso va a ser cerrado, como efectivamente ocurrió.

“El último caso fue una toma guerrillera que hubo en el municipio de Yarumal, que la guerrilla llegó a atacar al pueblo con fusil, ese caserío quedaba a cuarenta y cinco minutos del cuartel. Yo ahí busco a Santiago y le pido ayuda y él dice que ese día sólo tiene tres personas. Vaya con estos muchachos míos que ellos conocen un camino para llegarles allá. Ese día fuimos unos quince policías con los tres del grupo de Santiago. Burlamos el retén de la guerrilla y llegamos al pueblo y la guerrilla todavía le está disparando al comando de policía. Entonces armamos unas minas para esperar a la guerrilla, pero salieron por otro camino y me dejaron esperando. Después entro al pueblo y me entero de que a la policía le había ido muy bien, porque hubo tres bajas de la guerrilla contra sólo una de la policía.”

Para finalizar, Meneses ensayó una explicación de cómo terminó en Venezuela.

”El proceso a los Doce Apóstoles no llega a la verdad porque en Yarual había un grupo de comerciantes honestos que armaron un grupo de personas colaboradoras de la policía para papelería, gasolina, elementos de aseo. La fiscalía fue contra ellos, pero mentiras, esos comerciantes no eran, eran los ganaderos que estaban con Santiago. Pero la fiscalía nunca destapó a Santiago y fueron presos más de un año estos comerciantes sanos y el proceso sigue, siempre contra los comerciantes de Yarumal.

”Cuando el proceso arranca vamos con mi coronel a la oficina de Santiago. Ya no estábamos en Yarumal. El tenía una oficina en Medellín. Santiago nos dice ‘vean, ustedes no se preocupen, con mi hermano hablamos con las personas que teníamos que hablar para que este proceso no termine en nada y ustedes salgan absueltos. Váyanse tranquilos. Eso sí: no me mencionen’. A los años, en el 2002, 2003, yo ya soy mayor de la policía y me llega un traslado para un sitio malo. Ubico a Santiago, lo llamo y le digo que no me manden. El dice ‘el compromiso era archivar la causa y ya cumplimos. No vuelvan a llamar’. Esa fue la última comunicación con Santiago. El año pasado empezaron las amenazas, Santiago sabe que soy una persona que sé mucho de él, a la mayoría del grupo de los Doce Apóstoles los asesinaron. Entonces tomé las decisión de escaparme.”

martes, 20 de abril de 2010

CARTA ABIERTA DE LOS ESTUDIANTES FRENTE A LAS DECLARACIONES DE SANTOS DESPUES DE SU EXPULSIÓN

El acto simbólico en el que se expulsó al candidato presidencial por el partido de la U, Dr Juan Manuel Santos, de la Universidad Santiago de Cali, no fue el acto de pillaje de unos encapuchados  armados como lo aseveró el irresponsable Dr. Santos.

La comunidad universitaria  en  ejercicio del derecho fundamental a la protesta consagrada en el artículo 37, y el de libertad de expresión establecido en el articulo 20 de nuestra carta política, expresaba el repudio al responsable de las ejecuciones extrajudiciales o mal llamados “falsos positivos”. Como es usual, la mayoría de medios de desinformación tergiversaron irresponsablemente los hechos.

El argumento de que en la protesta participaron estudiantes de otras universidades no es sino otra falacia o cuando no, un falso positivo de la palabrería insulsa del candidato Santos. Fueron estrictamente estudiantes, trabajadores, y profesores  de la Universidad Santiago de Cali los que expulsaron al señor de la política de los jóvenes muertos en Soacha.
Como es característico de un político tan amoral y sin principios, el Dr. Santos tendenciosamente aseveró que los estudiantes poseían armas y que había “infiltrados”. La  estigmatización, la calumnia y la táctica sucia, actitudes ya conocidas del Dr. Santos, dirigidas contra una manifestación simbólica y estudiantil, ponen en riesgo a toda una comunidad universitaria.

Aduciendo la necesidad del fortalecimiento de la seguridad democrática poniendo como ejemplo la protesta santiaguina, el Dr Santos después de su pintoresca carrera, ahora pretende esconder el contundente revés que sufrió su campaña por medio de calumnias, al tiempo que apuntala la política macabra que agenció desde su ministerio. Lo cierto del caso, es que ningún estudiante poseía “papasbombas”, gas lacrimógeno, ni armas de ningún tipo. No se tiró ni una sola piedra.

Por otra parte, decir que eran 600 estudiantes quienes lo estaban esperando a su exposición de “seguridad urbana”,  es otra de las marrullerías del candidato del partido de la U para minimizar el efecto mediático de su expulsión de nuestra casa de estudios.  Si fuera tan cierto que esta cantidad de personas lo estaban esperando para oír su propuesta, entonces, ¿cómo sale corriendo despavorido con un auditorio a su favor, ante la llegada de un puñado de estudiantes díscolos que le rechazan? No. Definitivamente miente. El estrepitoso grito de ¡fuera, fuera, fuera! retumbaba en todo el auditorio.

Sobre lo acaecido, hacemos un llamado a que se respeten los derechos fundamentales de los estudiantes, profesores y trabajadores que participaron en la manifestación, y que no se desate ninguna cacería de brujas contra los integrantes de la comunidad universitaria.

Por ultimo, recordar que en la celebración de los 50 años de la universidad los estudiantes fueron excluidos de su casa de estudios porque venía Uribe a celebrar con la clase política vallecaucana los 50 años de la USC. Ayer, paradójicamente, los estudiantes expulsaron al continuador de sus políticas: el candidato presidencial Juan Manuel Santos, después de declararlo persona no grata.

Estudiantes, profesores, y trabajadores de la Universidad Santiago Cali, Agradecemos la difusión de este mensaje.

Armando Zambrano Leal Ph.D
Director de Postgrados en Educacion
Universidad Santiago de Cali
Grupo de Investigacion CIEDUS

sábado, 10 de abril de 2010

DENUNCIA PUBLICA


ABRIL DE 2010
DENUNCIA PÚBLICA  III.

NUEVO FALSO POSITIVO EN EL BAJO CAUCA  ANTIOQUEÑO.

La Asociación Campesina del Bajo Cauca Antioqueño  ASOCBAC, denuncia ante la opinión pública nacional e internacional, los organismos de control y del Ministerio Público del Estado, las Organizaciones No Gubernamentales, los movimientos sociales y populares. La Ejecución Extrajudicial cometida por tropas de la brigada 25, VII división del ejército colombiano en la vereda el Mocho del municipio de Taraza, contra la vida de CARLOS ALBERTO GARCIA SUAREZ, campesino jornalero de 27 años de Edad. Los hechos ocurrieron a las 4:30 de la tarde del pasado Jueves 1 de Abril de 2010, cuando la tropa del ejercito lo ejecuto con un tiro en la cabeza y luego de desvestir el cadáver, le puso un uniforme militar camuflado, junto a un rifle de asalto AK 47 cargado con munición y una granada.

Este crimen de lesa humanidad se da en un contexto de creciente militarización del bajo Cauca Antioqueño, donde las tropas del ejército colombiano han cometido numerosas y sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos e infracciones al DIH, tales como:

-     Detenciones Arbitrarias.

-         Estigmatización y Criminalización de las comunidades campesinas y sus organizaciones.

-         Utilización de la población campesina como escudos humanos.

-         Tratos crueles y torturas en general.

Algunos de los cuales ya hemos denunciado públicamente, pero alarmantemente vemos como  de foma alevosa, continúan estas conductas de Terrorismo de Estado cabalgando sobre nuestro territorio.
EXIGIMOS.



Se realicen de forma inmediata y diligente las investigaciones disciplinarias, penales y administrativas, que sean necesarias para el aclarecimiento de los hechos y la sanción a los victimarios.


Se separe del cargo y se le inicie una investigación penal y disciplinaria por responsabilidad de mando en la comisión de crímenes de lesa humanidad al coronel Rubén Mogollón, comandante actual de la brigada 25 de la VII división del ejército. Así mismo  sobre los comandantes y tropas de los batallones de contraguerrilla 130  y batalla de chorros blancos que operan en esta área.


Que a los familiares de  CARLOS ALBERTO GARCIA SUAREZ víctimas directas  de este crimen de lesa humanidad se les garanticen sus derechos a la Verdad, la Justicia y la reparación integral.





Fraternalmente:



ASOCBAC

NIT: 900264352-5


 




Favor enviar sus comunicados a las siguientes direcciones:

 

Sr. Álvaro Uribe Vélez, Presidencia de la República, carrera 8 # 7-26, Palacio de Nariño, Bogotá D.C, Fax (+57) (1) 5662071. Correo: auribe@presidencia.gov.co

 

Sr. Francisco Santos, Vice-presidencia de la República, correo: fsantos@presidencia.gov.co

 

Sr. Carlos Franco, Programa presidencial de Derechos Humanos y DerechoInternacional Humanitario, calle 7 # 5-54 Bogotá D.C. Tel.: (+57) (1) 3360311. Correo: cefranco@presidencia.gov.co

 

Procuraduría General de la Nación quejas@procuraduria.gov.co

 

Sr. Volmar Antonio Pérez, Defensoría del Pueblo. Calle 55 # 10 -32 pbx: (+57)

(1)   3147300. Correo: secretaria_privada@hotmail.com

 

PERSONERIA DE VALDIVIA

Correo Electrónico: personeriavald@edatel.net.co

PERSONERIA TARAZA.

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